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Hija mía.
Hija mía. Hija mía. Hija mía.

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No. Catálogo Nautilo 657562
Título: Hija mía.
Datos de la publicación: México, D.F. :Editorial Juventud,1951-1951.
Números en existencia de la HNM: No. 4308 (4 enero 1951)-no. 4373 (4 marzo 1951).
Publicado en: Pepín.
Argumentista: Francisco Casillas V.
Gráfica: Edmundo García R.
Género: Melodrama.
Técnica: Fotomontaje.

Variante temática:
Maternidad
Enredos parentales

Descripción: "No se prolonga indefinidamente la dicha humana... hay claroscuros en la existencia que, de un plumazo, nos colocan totalmente al margen de la felicidad". Justo cuando Cecilia recuerda la muerte de su esposo ocurrida dos años atrás, un hombre penetra en su hogar para llevarse consigo a la pequeña Martita, su pequeña hija, el "único consuelo de su vida". Le exigen 10 mil pesos a cambio de la vida a su hija. Cecilia acude puntual a la cita, pero es víctima de un fraude: los secuestradores no le entregan a Martita. Pasan dos años y la madre prosigue su búsqueda: "no debo desmayar. Dios se apiadará de mí y acabaré por encontrar a Martita. ¿Qué más da si me quedo en la miseria?". Cuando se le acaba el dinero que le dejó su difunto esposo, Cecilia se entera de que Martita no ha muerto y habita en una mansión de la ciudad. Acude al lugar y, para su sorpresa, la familia acaba de mudarse. Desde entonces Cecilia acude todos los días a la reja de la mansión, con la esperanza de reencontrar a su niña. Pasan otros 15 años hasta que una tarde, mientras observa tras las rejas, dos jovencitas se le acercan para preguntarle a quién busca. Al observarlas y saber que una de ellas es su hija, sufre de inmediato un desmayo. Al recuperarse, Cecilia se encuentra en el interior: es la casa de la familia Ruiz de León, que la emplea como sirvienta y ama de llaves. Las jóvenes son Lucía y Paulina; debido al paso del tiempo, Cecilia no atina a identificar cuál de las dos es su hija. Las muchachas se disputan a Mauricio Santamaría, a quien desean conquistar, lo cual las convierte en acérrimas rivales. Cecilia termina por revelar a las muchachas que una de ella es su hija. Mauricio elige a Lucía, y Paulina abandona su hogar. Con tal de hacerla regresar, Cecilia le asegura que ha dicho puras "chifladuras" y que ninguna de las dos es su hija. Es así como Cecilia no pierde a su verdadera hija (Paulina), gana dos hijas: "¡la dicha sonreía nuevamente para todos!".
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