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Wama, el hijo de la luna.
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No. Catálogo Nautilo 708862
Título: Wama, el hijo de la luna.
Datos de la publicación: México, D.F. :C.E.M.,1954- .
Números en existencia de la HNM: Año 1, no. 1 (8 junio 1954)- .
Argumentista: Joaquín Cervantes Bassoco.
Gráfica: Joaquín Cervantes Bassoco.
Género: Aventura.
Técnica: Línea.

Variante temática:
Héroes justicieros
Selva
Territorios exóticos
Espantos, monstruos y aparecidos

Descripción: "Wama" es uno de los clásicos indudables de la historia del cómic mexicano. Wama aparece de 1944 a 1953 en "Chamaco". A partir de 1954 y hasta a 1958, "Wama" se publica en formato de revista de 32 páginas bajo el sello de C.E.M. En 1959 Bassoco ingresa a EDAR y le cambia el nombre a su héroe selvático por el de "Tawa, el hombre gacela", con el que se establece durante doce años seguidos. Para esta versión, el dibujo de línea impreso en tinta negra se transforma en medio tono y se imprime en sepia. Durante unos años, la serie es substituida por "Batú" (del mismo autor) pero a principios de los años ochenta, la editorial relanza Tawa, que se mantiene en los puestos hasta 1992. ''Historia fantástica, desarrollada en una misteriosa selva donde existen cosas y animales que jamás ojos humanos vieron. Tierra donde no hay época. Un hombre blanco extraordinariamente fuerte, semi-salvaje, es el que reina en la jungla misteriosa: Wama, el hijo de la luna'', explica el texto con el que se inicia la serie. Y sin duda uno de sus atractivos es la fauna que habita la selva de Wama. El autor explora diversas mezclas humano-animal: hombres con cabeza de gorila, hombres boa, hombres león, mujeres libélula, hombres cocodrilo, hombres sapo. A veces la parte inferior del hibrido es humana, a veces la superior. Algunos hombres cebra son cuadrúpedos con tórax y cabeza de apariencia humana, pero también los hay con cuerpo humano y cabeza de cebra. En la ''selva misteriosa'' también existen simios alados, pigmeos con la boca en la frente y ojos en las mandíbulas y otros muchos monstruos. Explica el autor: ''Hice mis mariguanadas como las hice, por falta de documentación. Como no sabía trazar un gorila, pensé hacer un hombre-gorila, así no importaba si el dibujo no tenía las facciones del simio. Como no sabía hacer bien un caballo, me acorde de la mitología, de que hay pegasos: caballos con alas como los que están en Bellas Artes.'' Además de un prolífico creador de fenómenos, Bassoco es un gran narrador. Sus relatos mantienen una impecable estructura. La acción se desarrolla en varios planos y nunca se pierde el ritmo ni el curso principal que se multiplica por múltiples veredas y atajos. La selva de Wama es un mundo narrativo vasto e intrincado, pletórico de regiones excéntricas, como el ''reino de los enanos'' o "la civilización de los hombres león". A diferencia de otros protagonistas de aventura, Wama es un hombre casado con numerosa descendencia: algunos de sus hijos son producto de su matrimonio con Lupita, pero también los tiene producto de sus varias aventuras extramatrimoniales. Las hembras de la selva asedian al hijo de la luna. Todos los hijos de Wama son idénticos a su padre y sus hijas a sus madres. Entre las mujeres de Wama las hay devoradoras, como la reina león o la déspota del superdesarrollado reino de los enanos, pero también las hay sufridas enamoradas como la fiel Anilatac, quien después de salvar a Wama muere trágicamente aniquilada por las bestias de la selva. Uno de los procedimientos de Bassoco es conseguir nombres extraños invirtiendo nombres comunes: Anilatac por Catalina, Av-les por Selva.
Título anterior: Wama, el hijo de la jungla
Título posterior: Tawa, el hombre gacela

Comentarios

Luis Alberto Chávez Fócil3

Publicado el

1391-Nuestras primeras lecturas de niños. Costaba un peso, un dineral, pero gracias a Dios, una señora los alquilaba por 20 centavos.

Luis Alberto Chávez Fócil3

Publicado el

1390-Nuestras primeras lecturas de niños. Costaba un peso, un dineral, pero gracias a Dios, una señora los alquilaba por 20 centavos.

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